La competencia moral de los concejales españoles

La competencia moral de los concejales españoles

Doctorado en Investigación transdisciplinar en educación
Doctor/a: Pedro Herrero García
Fecha de la lectura: 12-11-2021
Directores: Dr. D. Miguel Ángel Carbonero Martín, Dr. D. Luis Jorge Martín Antón
Tribunal: Dr. D. José Carlos Núñez Pérez (Presidente), Dr. D. Enrique Merino Tejedor (Secretario), Dra. Dª Arántzazu Rodríguez Fernández (Vocal)

Introducción

La reputación moral de los políticos ha estado cuestionada a lo largo de la historia, pero nunca tanto como ahora. La ciudadanía española considera que “los políticos en general” son el problema más grave del país, por lo que resulta una necesidad democrática analizar el fundamento de esta percepción social y determinar las claves para su enmienda. A esta labor puede y debe contribuir la psicología positiva.

Objetivos

En esta investigación se ha conseguido medir, por primera vez, el nivel de competencia moral de una muestra representativa de los cargos públicos locales en España compuesta por 625 ediles, determinándose que dicho nivel es similar al del resto de la población. Los resultados obtenidos también indican que la competencia moral no guarda ninguna relación con otras variables psicológicas como la inteligencia emocional, la habilidad política o el liderazgo auténtico.

Desarrollo

La competencia moral tampoco ha demostrado estar relacionada con variables de carácter sociológico: edad, género, nivel académico, dedicación, situación política, experiencia profesional y política, sector profesional, tamaño del municipio, presencia de lengua coodicial e ideologización. Es decir, la competencia moral no se acredita con el curriculum vitae y conviene acometer nuevas investigaciones que profundicen en su naturaleza.

Los concejales españoles tampoco disponen de más inteligencia emocional que sus convecinos, pero sí están por encima de la media en cuanto a habilidad política y liderazgo. Además, los ediles disponen de planes formativos en habilidades directivas y comunicativas y gestión de recursos humanos que pone a su disposición la Federación Española de Municipios y Provincias. Una oferta que, sin embargo, no contempla el desarrollo de la competencia moral.

La competencia moral se aprende y no sólo resulta una herramienta clave para quienes dirigen las instituciones (los políticos) tomando decisiones que afectan a la vida de la ciudadanía o para quienes ejercen profesiones sujetas al afrontamiento de dilemas morales (judicatura, sanidad, servicios sociales, periodismo, docencia, etc.). La competencia moral es básica para el conjunto de la población que, entre otras muchas cosas, tiene la importante responsabilidad de elegir bien a sus representantes.

Conclusiones

Que esos dilemas morales a los que se enfrentan los políticos sean expuestos adecuadamente a la opinión pública es también una responsabilidad de los medios de comunicación, que deben implicarse en ayudar a reflexionar al conjunto de la sociedad, promoviendo el análisis y el debate como método, para que los razonamientos morales puedan ser expuestos sin interferencias, así como el respeto entre oponentes.

Nuestro sistema educativo no garantiza que al finalizar la etapa obligatoria el alumnado disponga de una alfabetización conceptual en materia moral, siendo necesaria su inclusión en el curriculum por ser una competencia de carácter democrático. El máximo aprovechamiento del método de discusión de dilemas se produce entre los 11 y 16 años de edad, siendo fundamental la formación del profesorado en esta materia.